En Platea las imágenes de dolor y desgarro son atravesadas por el humor y el absurdo.
Partiendo de la idea de la existencia intermedia o el estado de transición de las almas, en Platea se nos presenta, como representación de un limbo imaginado, una mesa de banquete en medio de un paisaje de marismas. El movimiento de las mareas destaca la propiedad de la vida de dar y tomar sin encontrar explicación o amarre. Un Dios, como maestro de ceremonias, da la bienvenida a los cuerpos que llegan a este entorno mutable. Arrastrados por el mar llegan desorientados o desmayados, como náufragos o como sirenas; todos tuvieron antes una vida y una muerte. El lugar ha sido preparado para la celebración final, la gran transmutación, aunque antes deberán despojarse de sus anteriores voluntades, que aún resuenan. Platea es la tercera producción de la compañía vasca Tripak, una reflexión existencial sobre lo que ocurre entre muerte y la vida con espacio para el humor y el absurdo. En la obra, las imágenes de dolor y desgarro son atravesadas por el humor y el absurdo; los cantos polifónicos y los sonidos del acordeón y el violín, que transitan de lo clásico a lo experimental, aglutinan las visiones poéticas y abstractas. La pieza, resultante de una profunda intención estética, rebasa la narrativa convencional y se convierte en una medio para llevar al público a transitar entre la risa y la lágrima.
Descripción:
Idea, textos, puesta en escena y escenografía: Natalia Suárez, Marina Suárez, Andrea Berbois y Maite Muguerza Intérpretes: Natalia Suárez, Marina Suárez, Andrea Berbois, Maite Muguerza y Garazi Navas. Mirada exterior: Mayi Martiarena Música: Andrea Berbois y Garazi Navas Textos: Tripak Auxiliares de escenografía: HAIEK Koop. Diseño de luz: Inga Cerro Distribución: Tripak Fotos: Arriguri Patrocinadores: DINAMOA, Eremuak, S’ALA espazio per artist*, Bulegoa z/b, AZALA, GaraiOn, Arropaineko Arragua, BARATZA Aretoa, Tabakalera, L’Animal a L’esquena.