Ainhoa Lekerika activa en Prototipoak una intervención colectiva en la sala expositiva del Centro en la que, besando la pared, se dibuja con carmín rojo el espacio. A partir de una relación de intimidad, un grupo de personas se junta y desde una sensibilidad activa besa el lugar. Esto genera formas cuyo imaginario nace como respuesta a ciertos anhelos, entendiendo el dibujo como una forma de conectar con los recuerdos y el conocimiento.