Laia Estruch presenta en la piscina de Azkuna Zentroa la performace Crol (moll), en el doble marco de EszenAZ –temporada de artes escénicas – y Kinu#9, – Programa de colectivos residentes.
En Crol (moll), Laia explora el agua como medio. Para ello se sirve de una serie de objetos hinchables dispuestos en una piscina cuya forma remite a una cadena. Algunos de los eslabones llevan inscripciones rotuladas como ocurre en los barcos. Ramona, Novena, Tralla o Soca son nombres propios vinculados a la biografía de la artista que flotan entrelazados sobre el agua clorada. Estos eslabones configuran una partitura a partir de la cual se desencadena la acción. Durante la performance, la vemos nadar e interactuar con los hinchables mientras canta, acompañada de una banda sonora y una serie de hidrófonos que amplifican tanto el contacto de su cuerpo con los hinchables como sus ejercicios vocales. Al aire la voz retumba en la cavidad de la boca para hacerse presente y es por tanto, expresión de la interioridad singular de cada cuerpo. Al sumergirse, por el contrario, esta cavidad se llena de agua, la garganta se cierra y nos obliga a callar.
En la vida diaria utilizamos la voz para comunicar mensajes a los que nos rodean. La voz nos sirve también para ocupar un espacio. Con la voz expulsamos también emociones crudas para las que no conocemos palabra, Nuestra voz se quiebra de dolor o deseo, se torsiona por el miedo, se entrecorta con el esfuerzo. Proyectamos la voz para alcanzar a través de ella elementos distantes. Dependiendo de la fisonomía del entorno, nuestra voz nos es devuelta en forma de eco, algo que, desde niñas, utilizamos como sistema de medición espacial.
Laia lleva más de diez años utilizando la voz para formalizar su práctica artística. Para su desarrollo crea elementos escultóricos con los que modular su voz a través de la interacción física. Siguiendo la estela de artistas del constructivismo ruso como Ljuiba Popova, Laia crea elementos escenográficos a caballo entre la escultura y el instrumento, con los que interacciona físicamente. No es extraño, por tanto, que a menudo se refiera a sus actuaciones en vivo como entrenamientos. Laia utiliza a menudo referencias de su vida personal, memorias y recuerdos que somete a operaciones de abstracción, fragmentación y recontextualización. En los últimos años ha demostrado un creciente interés en analizar las formas en las que la dimensión más íntima de la existencia se relaciona con el espacio urbano y lo arquitectónico. Crol (moll) se presentó por primera y única vez al público en el año 2019, en la piscina de salto olímpico de Montjuic, Barcelona, como parte del ciclo Gira, Tot Gira, comisariado por Marc Navarro para el Espai 13 de la Fundació Miró.
Para la novena sesión de Kinu, Laia ha adaptado la performance a la piscina de Azkuna Zentroa. Crol nos ayuda a ampliar, repensar o contrastar las nociones que tenemos asumidas sobre el cuerpo, el sujeto y el entorno urbano, pero también nos adentra en la plasticidad de la voz, lo enigmático, extraño y familiar de tener una y usarla. En palabras de Kafka: “Escribo de forma diferente a cómo hablo, hablo de forma diferente a como pienso, pienso de forma diferente a como debería pensar y así, sucesivamente hasta lo más profundo de la oscuridad”.
Descripción:
Creación e interpretación: Laia Estruch. Producción musical y diseño de sonido: Aleix Clavera. Grabaciones sonoras subacuáticas: Xavi Lloses. Diseño de las matrículas: Sergio Ibáñez Laia Estruch.
