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Abboud, Stéphane (1976- )

Abidjan, Costa de Marfil. Videocreación y diseño

Artista, videasta, productor y vj (VJ Le Projectionniste), ha trabajado el soporte cinematográfico y la escultura en instalaciones antes de dedicarse a la imagen video gráfica en espacios y prácticas diversas (Exposiciones, instalaciones, creación documental, danza, escenarios musicales variados). Es a la vez diseñador de propuesta audiovisuales participativas dentro del ámbito social, colaborador de coreógrafos y músicos, y uno de los VJ destacado de la escena internacional. Considera la imagen como un elemento de mediación y de narración potente, más allá de los modelos clásicos de la economía audiovisual.

Stéphane Abboud coordina talleres de vídeo en la Universidad Bordeaux Montaigne en la sección de artes plásticas y diseño. Durante varios años ha participado en los escenarios internacionales con medios de cine y video, además de desarrollar arquitecturas de imagen para escenarios en performances y actuaciones en directo.

Se cuestiona continuamente sus orígenes libaneses y las posibles conexiones que pueden darse con su cotidianeidad europea. Entre un sentimiento de desarraigo y la necesidad de una construcción identitaria, su deseo es hacer preguntas, presentar miradas alejadas de los tópicos tradicionales sobre raíces e integración, lejos de los patrones socioculturales preestablecidos.

No exhibe, en sus instalaciones, el cine propio del mercado internacional. De hecho, colecciona las películas en Super 8, baratas hoy en día y muy populares en los años 70. Sus selecciones cubren, básicamente, todo el repertorio de esta práctica íntima que sigue sin ser considerada, por su antigua proliferación y su falta de mediatización, como un arte potencial.

Las imágenes que proyecta son sencillas también porque están tomadas de la realidad, ya conocidas de forma inconsciente, y el hecho de proyectarlas sistemáticamente en bucle acentúa sus relaciones con la memoria colectiva. Cuanto más se las ve, más se convierten en evidentes e intrigantes al mismo tiempo. La repetición está presente por diferentes razones, pero existe sobre todo en el contenido propio de cada imagen, proyectada una y otra vez.

Al incitar al espectador a producir gestos nuevos y necesarios para la aparición completa de la obra de arte, el trabajo de Stephane Abboud es interactivo, y esa interactividad está “viva” porque está repleta de casualidades, realmente vivida por el espectador, de la misma manera que una situación de su vida cotidiana. Aquí hay que precisar, para evitar la amalgama con las obras de la estética relacional teorizadas por Nicolas Bourriaud, que las obras de Stephane Abboud no consisten en poner fuera de contexto una situación banal, lo cual equivale esencialmente a cuestionar y experimentar los caracteres sociológicos sino en una transformación flagrante de las imágenes y los objetos de la banalidad. Sin embargo, el carácter relacional en el sentido sociológico no deja de estar presente. Por una parte, la interactividad, es decir, la acción física del espectador provocada por el dispositivo de la obra resulta indispensable para su aventurada contemplación; por otra parte, cuando en el interior de los lugares públicos aparece la “cinética” (particularidad de las obras de arte en movimiento), se producen nuevos comportamientos que favorecen la comunicación entre las personas.

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