El coreógrafo-bailarín ecuatoriano Fabián Barba
desarrolló durante sus estudios un interés
especial por el trabajo de una de las pioneras de la
danza moderna: la artista-bailarina alemana Mary
Wigman. A principios de los años treinta, Wigman,
cruzó el océano atlántico por primera vez con sus
recitales de danza expresionista, cambiando para
siempre el panorama de la danza estadounidense.
En la actualidad, sigue siendo toda una influencia
en la escena artística ecuatoriana.