Manchester. Arte cinético, new media art.

Paul Friedlander es físico y escultor de iluminación cinética. Durante su infancia sitió fascinación por los viajes espaciales y la astronomía. Creció en Cambridge rodeado de ideas sobre sobre la relatividad y los agujeros negros, y durante una época aspiró a ser cosmólogo y experto en propulsión interestelar.

Friedlander lleva más de dos décadas investigando toda clase de tecnologías y procedimientos con el fin de hacer de la luz una materia maleable y flexible que pueda adquirir cualquier forma y volumen, desarrollando carrera en la encrucijada entre arte, ciencia y tecnología, por lo que su obra se sitúa en un espacio híbrido.

Por una parte, su producción descansa sobre la amplia tradición del arte cinético del siglo XX, que no duda en reivindicar. De hecho, está muy influenciada por el trabajo de artistas como László Moholy-Nagy, Flavin o Turrell. Sus «esculturas cinéticas de luz» se generan gracias al aprovechamiento de los sistemas informáticos de control de iluminación para resaltar la impresión de incorporeidad y dinamismo de sus esculturas. Sus nombres suelen hacer referencias a distintos aspectos de la ciencia moderna, desde la física cuántica hasta la teoría de cuerdas. Sin embargo, su construcción estética y la recepción de su trabajo por parte de sus espectadores remite inevitablemente a lo espiritual y lo mágico. Al fin y al cabo, los elementos físicos en los que se sustentan las esculturas de Friedlander quedan ocultos por el misterio de un básico pero impactante efecto óptico.

Además, el británico no puede desvincular su trayectoria de la disciplina de la iluminación escénica a gran escala en la que inició su carrera y que ha sido en las últimas décadas un factor decisivo en el desarrollo de la tecnología lumínica. Su trabajo es ejemplo de cómo la investigación científica puede expandir el vocabulario expresivo de los artistas hoy, para permitirles modelar la realidad física y crear imágenes que antes hubiésemos pensado solo posibles en el terreno de la imaginación y lo onírico.

Su estilo característico comenzó a hacerse patente en los años ochenta, durante su etapa como diseñador de luz para conciertos de música vanguardista, y posteriormente fue especializándose en crear arte lumínico combinando la cinética la tecnología digital, para crear formas artísticas híbridas.

Las obras de Paul Friedlander han sido mostradas en varios ArtFutura en Barcelona, Buenos Aires, Madrid y Montevideo. así como en la exposición “Máquinas&Almas” (Museo de Arte Moderno Reina Sofía de Madrid 2008) y en “Criaturas Digitales” (Roma 2017).